domingo, 26 de abril de 2015
A primera vista parecía un procesador de palabras Wang..., tenía un teclado Wang y un revestimiento Wang. Solamente cuando Richard Hagstrom le miró por segunda vez vio que el revestimiento había sido abierto (y no con cuidado, además; le pareció como si el trabajo se hubiera hecho con una sierra casera) para encajar en él un tubo catódico IBM ligeramente más grueso. Los discos de archivo que habían llegado con ese extraño bastardo no eran nada flexibles; eran tan duros como los disparos que Richard había oído de niño.
-Por el amor de Dios, ¿qué es esto? -preguntó Lina, cuando él y Mr. Nordhoff lo trasladaron penosamente hasta su despacho. Mr. Nordhoff había sido vecino de la familia del hermano de Richard Hagstrom... Roger, Belinda y su hijo Jonathan.
-Una cosa que construyó Jon -explicó Richard-. Dice Mr. Nordhoff que quería que yo tuviera. Parece un procesador de palabras.
-Eso es -dijo Mr. Nordhoff. Tenía más de sesenta años y respiraba con dificultad-. Esto mismo fue lo que dijo que era, pobrecillo... ¿Cree que podríamos descansar un momento, Mr. Hagstrom? Estoy sin aliento.(...)
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-Por el amor de Dios, ¿qué es esto? -preguntó Lina, cuando él y Mr. Nordhoff lo trasladaron penosamente hasta su despacho. Mr. Nordhoff había sido vecino de la familia del hermano de Richard Hagstrom... Roger, Belinda y su hijo Jonathan.
-Una cosa que construyó Jon -explicó Richard-. Dice Mr. Nordhoff que quería que yo tuviera. Parece un procesador de palabras.
-Eso es -dijo Mr. Nordhoff. Tenía más de sesenta años y respiraba con dificultad-. Esto mismo fue lo que dijo que era, pobrecillo... ¿Cree que podríamos descansar un momento, Mr. Hagstrom? Estoy sin aliento.(...)
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