lunes, 27 de abril de 2015
Ya casi había anochecido cuando Slade entró cabalgando en Dead Steer Springsen2. Estaba muy erguido en su montura: era un hombre de rostro austero vestido completamente de negro. Hasta las culatas de las dos siniestras pistolas calibre 45, que le colgaban bajas de las caderas, eran negras. Incluso en aquellos primeros años de la década de 1870, cuando el nombre de Slade había empezado a meter miedo en los más robustos corazones del oeste, se habían rumoreado varias leyendas sobre su vestimenta. Una de esas historias decía que él vestía de negro a manera de perpetuo símbolo de luto por su novia de Illinois, la señorita Polly Peachtree de Paduka, quien se marchó trágicamente de este valle de lágrimas cuando un globo Montgolfer incendiado se estrelló contra el granero de los Peachtree mientras Polly ordeñaba las vacas. Aunque algunos decían que Slade vestía de negro porque era un agente del Horrendo Segador en el sudoeste americano: el fontanero del diablo. Y también había algunos que pensaban que era más rarito que una moneda de tres dólares. Aunque nadie, sin embargo, era capaz de comentarle esta última idea en la cara.(...)
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