sábado, 6 de junio de 2015
Es una entidad espiritual malvada que habita en otra dimensión, pero puede expresarse en la nuestra, apareciendo ante nuestros ojos como la más horrorosa personificación de nuestros temores. Es Zalgo, un ser que, a dondequiera que vaya, lleva locura, destrucción, maldad, temor y sufrimiento… Según algunos, existe desde antes del universo mismo, y su poder es inmenso.
Es difícil precisar qué es exactamente Zalgo, aunque podría decirse en primer término que es una entidad espiritual maligna ligada al caos, la oscuridad, la muerte, la locura, la destrucción, la maldad., el miedo, etcétera… Zalgo se manifiesta en nuestro mundo, en nuestra dimensión, pero en sí mismo pertenece a una dimensión diferente que existe desde el inicio de los tiempos. En parte, es eso lo que permite a Zalgo tomar distintas formas, aparecerse ante cada persona según sus más profundos temores: unos podrían verlo como un ser salvaje, lleno de bocas y ojos, ávido por alimentarse de energía mental y espiritual, otros podrían verlo como un humanoide alto, sin rostro, inmerso en esa ausencia de percepciones que a veces se nos presenta como una aterradora posibilidad posterior a nuestra muerte física.
Sea cual sea el aspecto que tome, Zalgo siempre inspirará miedo, y podrá estar donde sea que se le invoque, porque de él se puede decir lo que del Diablo han dicho los demonólogos: que es puramente espiritual, y que por tanto “está donde obra”, pudiendo así estar en muchos sitios a la vez. No obstante, Zalgo no solo estará donde lo convoquemos con nuestros pensamientos y acciones o llamándolo directamente: también podría visitarnos si así lo quiere, y su sola presencia bastará para desatar miedo, maldad, locura u otros males, todo en proporción directa a la intensidad con que decida manifestarse.
Comúnmente se ha relacionado a Zalgo con Chtulhu, un ser de la mitología de Lovecraft. Esto es así porque, al igual que Chtulhu, Zalgo puede, como ya se dijo, cambiar de forma, y en ese sentido es muy aterrador, pues no sabemos qué veremos. Esta forma de infligir miedo fue expresada muy adecuadamente por H.R. Giger, creador del film “Alien El Octavo Pasajero”. En efecto, cuando le preguntaron a Giger por qué el Alien no tenía ojos, él dijo que así sería más misterioso, dejando libre la imaginación del espectador, y potenciando y personalizando el terror de ese modo.
Ahora bien, todo esto solo deja entender qué es Zalgo en líneas generales; si nos preguntamos sobre su naturaleza en términos concretos, existen algunas teorías y son las siguientes:
1) Un tulpa: al igual que Slenderman, Zalgo es una entidad incorpórea, creada por las mentes de muchas personas, que imaginan un mismo ente con determinadas características, dándole tanta energía a la idea, que ésta finalmente se transforma, en los mundos sutiles, en una entidad energética (inicialmente formada de sustancia astral) con características correspondientes a la idea que le dio vida; pero posteriormente, si residuos de sustancia mental (dejados cuando un fantasma deja la parte del más allá que se superpone a nuestro mundo) se aglomeran en torno a la misma, puede cobrar autonomía, y transformarse en un tulpa, que adquirirá más poder en la medida en que más personas piensen en él.
2) Un demonio: Aquí existen distintas posibilidades. La primera y más conocida, dice que Zalgo es un dios caído, esto es, que antiguamente fue un dios de algún culto pagano, y eso implicaría que es un demonio, al menos desde la demonología cristiana antigua, que considera que los dioses paganos eran en realidad demonios. En este primer caso, puede ser que antes ya se haya llamado “Zalgo”, o que ese sea su nombre actual. La segunda posibilidad, dentro de esta teoría, es que Zalgo sea un demonio independiente de gran poder, que en la era actual ha aprovechado la naturaleza del internet para actuar, ya que ésta es idónea para dar rienda suelta al poder propio de su capacidad metamórfica. Por último, y esto es poco probable, quizá Zalgo no sea más que una de las presentaciones que Satanás (capaz de tomar distintas formas) emplea para actuar en la cibercultura, creando así potenciales víctimas de posesión o influencia, principalmente entre aquellos que escriben sobre él o lo dibujan
3) El ser absoluto del vacío primigenio: Esta teoría es la más interesante y espectacular de todas. Afirma que, antes de que Dios iniciara la Creación y llenara el vacío primigenio; allí, en ese vacío, estaba Zalgo. Ese vacío, por ende, no era ausencia absoluta de todo ser, no era un vacío en sentido absoluto. Dios creó la materia, la luz, la vida, el orden, y “vio que todo era bueno”; sin embargo, recapacitemos en lo siguiente: en el primer día (ese día es algo simbólico, esto es, se refiere a la primera etapa) Dios creó la luz, eso nos dice el Génesis, pero nunca nos dice que creó la oscuridad. Entonces se da lo siguiente: o bien creó la oscuridad pero la Biblia no lo dice, o bien no la creó y entonces, o bien preexistía, o bien no había ni luz ni oscuridad antes de que Dios creara la luz. Esta teoría de Zalgo, plantea que la oscuridad ya preexistía, al igual que el caos; y, por extensión, si se plantea a Zalgo como el principio de ausencia de lo creado por Dios en tanto que originalmente era oscuridad y caos y estos son ausencia de luz y orden, se verá que, posteriormente y en virtud de su propia esencia, Zalgo deviene en la ausencia de todo lo que fue creado por Dios, ya directamente, ya a través de lo que podría denominarse como la programación inherente a lo originalmente creado. Por esto, Zalgo es oscuridad (ausencia de luz), caos (ausencia de orden cósmico), locura (ausencia de orden mental), maldad (ausencia de bondad), muerte (ausencia de vida), destrucción (ausencia de creación), y así sucesivamente: todas ellas, cosas que parecieran no tener ser por su naturaleza de “ausencia de” tal o cual cosa; y, sin embargo, sabemos que Zalgo estaba allí, palpitando en las sombras primigenias, pues éste es a la creación lo que la antimateria a la materia, con la diferencia de que no libera gran cantidad de energía en la colisión. Y bien, finalmente el lector se preguntará cómo algo impersonal devino en un ser polimórfico y polipresencial, pero al fin y al cabo personal y dotado de conciencia: la respuesta es que, como consecuencia del proceso de evolución y complejización de la Creación, en Zalgo, a manera de respuesta adaptativa a su necesidad de subsistencia como principio activo de orden inverso a lo creado por Dios, surgió una segunda naturaleza, que ya no era absoluta sino concreta, y que no pertenecía a la esencia en sí de Zalgo, sino a la actividad de esta esencia en el universo: era, por así decirlo, una naturaleza secundaria y de carácter operativo, una naturaleza que permitía que Zalgo se manifestase en entidad dotada de conciencia, a fin de llevar a donde fuere la locura, la maldad, y cuanto le es propio, cosa esta que resultaría paradójica a nivel de su esencia en sí, ya que la conciencia es un atributo increado en tanto que es parte de la esencia de Dios; pero, como también apareció en una multiplicidad de seres cuando Dios creó la vida, Zalgo la incorporó (inconscientemente, mecánicamente), lógicamente no a su esencia, pero sí a su actuar, a su despliegue de principio activo y absoluto en un orden concreto y dotado de diversidad y de la concreción inherente a esa diversidad.
En este momento ya el lector sabrá mejor qué puede ser Zalgo, pero sigue siendo casi necesario que vea cuál es la descripción, más o menos poética y simbólica, que existe sobre Zalgo y se ha repetido en una y otra web; a saber:
Él espera detrás de la pared, en un palacio de cristal torturado, servido por legiones forjadas con las lágrimas de los muertos sin descanso, vestidos con armaduras talladas en el sufrimiento de las madres.
Él es la mente de colmena que confunde a los vivos, y perpetúa la tortura de los condenados, él toma los ojos, la ventana del alma, y elimina la capacidad de sentir cualquier cosa que no sea nada más que dolor. Una vez que los ojos son removidos, el alma es removida: el cascarón viviente es el testimonio de la crueldad y la condenación eterna.
No puede ser detenido, así como el miedo no puede ser detenido. Es inseparable de la realidad, ya que existe más allá del velo… esperando.
Él espera detrás de la pared delgada que ha construido en su alma, él espera… pero ha de liberarse… y ha de venir.
Es una abominación sin ojos, con siete bocas, en su mano derecha sostiene una estrella muerta, y en su mano izquierda sostiene la vela cuya luz es la sombra, y se tiñe con la sangre de Am Dhaegar.
Seis de sus bocas hablan en lenguas diferentes, cuando el momento llegue, la séptima cantará la canción que pondrá fin a la Tierra.
Interpretación del texto citado: La pared es el velo dimensional que separa nuestra dimensión de aquella en la cual él existe desde el principio, dimensión representada en el “palacio de cristal torturado”. De allí, se dice lo de las lágrimas y lo del sufrimiento de las madres, por algunos de los efectos que ha causado su manifestación en el plano de existencia de los mortales dotados de alma.
En la siguiente estrofa, se dice que es la mente de colmena por lo siguiente: gran parte del mal existente, es el mal que creamos colectivamente a través de esa colmena estructural que es la civilización, y que nos condiciona negativamente a través de hábitos, conductas e ideologías, cosas todas que en conjunto operan como una “mente de colmena”, mente que es Zalgo, no en el sentido literal de “ser”, sino en el sentido de “manifestarse”, por lo que finalmente se quiere decir que una de las grandes manifestaciones de Zalgo es esa mente de colmena, negativamente concebida. De allí, y si los ojos representan la conciencia y la percepción objetiva de la realidad, el tomar los ojos por parte de Zalgo, es una alusión a cuando Zalgo nos vuelve locos, nos enajena, adormece nuestra conciencia de la realidad, esencial para la cordura; y esto, claro está, habrá de suceder principalmente con los condenados, que son quienes merecen la oscura presencia de Zalgo, sea por lo que han hecho, o simplemente por la insensatez de llamarlo. Después dice que el alma es removida y queda un cascarón a causa de que Zalgo nos ha quitado los ojos, y esto quiere decir que, a medida que nos vamos sumiendo en la locura y la maldad que él representa a causa de haber perdido los ojos, vamos perdiendo o matando (depende de la concepción de cada cual) nuestra alma, hasta ser cascarones vacíos, eternamente condenados por carecer de alma.
Posteriormente se dice que no puede ser detenido, y esto es debido a su propia naturaleza, de ser que habita en otra dimensión, más allá del velo o límite que nos separa de la misma; pero, a su vez, está desde el inicio actuando en nuestra dimensión, porque su dimensión se superpone a la nuestra y no se puede concebir sin él (Zalgo).
En la siguiente estrofa se alude a la misma cuestión del límite dimensional, pero enfocado de otra manera. Así, se dice que él mismo ha construido esa pared delgada en su alma, y esto es así porque la dimensión en que está le es consustancial: en otras palabras, esa dimensión existe en él y por él. Lo escalofriante de la estrofa es que Zalgo ha de liberarse, y cuando eso pase, será el fin del universo, a menos que Dios lo impida y fortalezca el límite dimensional que lo separa de nosotros…
Finalmente, juntando las dos últimas estrofas, tenemos que el aspecto que se le atribuye es simbólico. No tiene ojos porque es un principio absoluto opuesto a la Creación, y concebido de esa forma no tiene conciencia porque es impersonal, siendo que solo se vuelve personal y adquiere conciencia en su actuar concreto, pero su actuar no es su esencia, sino una expresión de la misma en la Creación y la modalidad temporal propia de dicha Creación. De allí, tiene siete bocas porque su expresión es perfecta (siete), pero en relación a los seres humanos, esa perfección de expresión se manifiesta casi totalmente como capacidad de adecuación (a cada persona con su lenguaje propio) a quienes experimentan su expresión, y así, el “casi totalmente” de lo anterior, al igual que el carácter imperfecto de quienes experimentan la expresión, viene simbolizado por el seis, que se concreta en las seis bocas que hablan lenguas diferentes. Sin embargo, la última parte de esa perfección de expresión en relación a los seres humanos, asume la forma de capacidad para poner fin a la Creación y por tanto a la humanidad misma, por lo cual la séptima boca “cantará la canción que pondrá fin a la Tierra”. Por su parte, la mano derecha representa el hacer, y la izquierda la esencia: así, la estrella muerta alude al rol (por ende al hacer) de destructor cósmico de Zalgo, mientras que la vela, que paradójicamente emana sombra, nos remite a lo que Zalgo es en su esencia primigenia, manifestada claramente antes del inicio de la Creación. Terminando, se dice que se tiñe con la sangre de Am Dhaegar, y Am Dhaegar representa nuestro plano de existencia y la Humanidad, lo cual quiere decir que Zalgo se reviste con la destrucción que causa en el Universo, en la Humanidad, y por extensión en todos los vivientes.
La canción de Zalgo: En YouTube se popularizó una canción sobre Zalgo, titulada como “He comes”, que en español es “Él viene”. Nosotros ponemos aquí la canción en su mejor versión (hay muchas), en la versión de invocación, hecha con voz demoníaca, recitada en inglés, y con un fabuloso fondo musical de Nox Arcana: